Carcasa Submarina para Insta360 Ace Pro

Carcasa submarina para Insta360 Ace Pro y Ace Pro 2, 100 % fabricada en Italia, producida por Carbonarm durante más de 10 años, operativa hasta -250 m de profundidad, asistencia directa en todo el mundo y garantía de por vida.

La Insta360 Ace Pro 2 está equipada con un sensor más grande, capaz de ofrecer iluminación óptima también bajo el agua, para obtener imágenes más nítidas y detalladas. Para adaptarse al tamaño más grande del sensor, Inon ha desarrollado las lentes angulares y macro ZD con un diámetro ampliado. Para aprovechar al máximo tus grabaciones, te recomendamos utilizar las lentes Inon ZD disponibles en nuestro sitio web.

Antes de insertar la cámara en la carcasa, retire la protección antiviento del micrófono y el anillo de goma en el borde de la óptica (si están presentes). En su lugar, inserte el tapón estándar del micrófono incluido en el paquete, para garantizar una correcta protección del sensor contra la humedad y asegurar la compatibilidad con la carcasa.

Carcasa submarina de aluminio anodizado (50 μm), diseñada para alojar las Insta360 Ace Pro y Ace Pro 2. Ofrece resistencia profesional hasta 250 m de profundidad, con doble junta tórica, inserto de zinc anticorrosión, bisagra lateral fácil de manejar incluso con guantes, ventana frontal ampliada para una visión más cómoda y múltiples puntos de montaje para pletinas, brazos y focos.

Se puede utilizar no solo en inmersión, sino también en superficie, para proteger la cámara durante la grabación en entornos extremos como mar agitado, nieve, polvo o golpes accidentales.

A diferencia de las carcasas de plástico, su estructura de aluminio evita la condensación y garantiza siempre tomas nítidas y sin empañamiento.

Ideal para grabaciones submarinas seguras y de alto rendimiento, tanto amateurs como profesionales, muy apreciada por los creadores de contenido en todo el mundo.

Atención: durante el transporte, deje las carcasas parcialmente cerradas y no completamente selladas. Las variaciones de presión (especialmente durante los vuelos, pero no solo) pueden generar una depresión interna que, si la carcasa estuviera herméticamente cerrada, haría que su apertura fuera extremadamente difícil.